Alzheimer y la actividad física

Alzheimer y la actividad física

EL ALZHÉIMER PODRÍA TENER LOS DÍAS CONTADOS

Algunos importantes estudios demuestran que la práctica diaria de ejercicio disminuiría la probabilidad de padecer Alzhéimer mediante la segregación de la hormona irisina.

La mayor parte de nuestra sociedad, conoce los principales beneficios de realizar ejercicio físico a diario pero, hoy vamos a contar otro muy importante.

Tan importante que podría llegar a reducir la posibilidad de sufrir Alzheimer, esa «maldita enfermedad» que, nos priva de la memoria y todos nuestros recuerdos del pasado.

Ahora bien, cuando nuestro cuerpo se ejercita, el tejido muscular es capaz de segregar una hormona llamada «irisina», la cual establece una conexión con el organismo y aumenta la capacidad cognitiva.

Este reciente estudio ha sido llevado a cabo en roedores y al parecer podría llegar a combatir el déficit de memoria, así como el aprendizaje.  Con la supresión del ejercicio, se bloquea la aparición de la hormona irisina, y por tanto, la pérdida de los efectos cognitivos óptimos que ofrece el ejercicio físico.

Los actuales hallazgos, abren un amplio abanico de conocimientos a cerca de este patógeno y la posibilidad de ofrecer distintos abordajes terapéuticos.

Los científicos afirman que sigue siendo necesario estudios adicionales para llegar a comprender realmente como actúa la irisana en nuestro cerebro, así como, obtener un beneficio a nivel cognitivo en los humanos.

Con toda esta información, cabe destacar, que este hallazgo actual, puede facilitar un camino hacia el futuro, consiguiendo nuevas estrategias terapéuticas para acabar con esta enfermedad, que desgraciadamente a día de hoy no tiene cura.

En definitiva, el ejercicio físico a cualquier edad y condición es imprescindible para una buena salud, incluso para prevenir y favorecer la recuperación de enfermedades que por desgracia no hemos conseguido, ha día de hoy, erradicarlas.

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