Los centros deportivos en nuestro País, en la actualidad siguen localizándose poco menos que como centros de ocio. Si pensamos en la importancia del deporte, la nutrición y las actividades que se realizan en los gimnasios u otros centros, podríamos hablar de “lugares para tu propia salud”.
Los hábitos, son el mejor y también el peor entrenamiento para la salud. Si hablamos de enfermedades como el cáncer podemos hablar de un 40% de prevención y otras como enfermedades cardiovasculares hasta el 90%, multitud de estudios así lo dicen pero no llegan a la población en general.
Son unos datos lo suficientemente importantes como para poder colocar el «Mundo de los gimnasios», el entrenamiento y la nutrición en un lugar privilegiado en la lista de necesidades básicas.
Una persona con una vida sedentaria (Y eso no solo incluye a las personas que no van al gym), tiene muchas más probabilidades de enfermar a una edad temprana. Si bien, la sociedad se encomienda a la suerte o a la genética para llegar a ser mayores con salud, la verdad es otra, y por lo que se ve hoy en día, tan solo unos pocos profesionales y con poca visibilidad mediática nos lo dejan ver.
Cuando se habla de salud, y no se habla sobre la salud global y la forma de prevenir enfermedades, estamos privando a la sociedad de información de lo más importante y relevante.
La educación para la salud, debería ser un pilar fundamental y obligatorio en la sociedad, y sin embargo, al menos en nuestro país, se considera «ocio». (Véase los impuestos de los centros deportivos privados).
En la actualidad, los profesionales que intentan acercar esta información de salud preventiva a la sociedad, se chocan con «dos gigantes muy difíciles de batir». Por un lado la industria, tanto farmacéutica, alimentaria como «fitness». Por otro lado, «la discriminación» de la misma sociedad a las personas que eligen cuidar su salud.
No es fácil ver a una persona en un bar tomar agua, una infusión o una bebida sin azúcar ni gas. No es fácil ver anunciar en la televisión alimentos saludables. Tampoco es fácil ir al médico y que «te recete una dieta saludable y ejercicio físico».
Mientras poder opinar, divulgar y enseñar a las personas, sea libre y un derecho, seguiremos haciéndolo. «Con baches o sin ellos», el camino correcto es informar sobre la salud real, que no es otra que recuperar la humanidad, volver a ser humanos y no máquinas tratadas con químicos.
Si logramos como sociedad, volver a ser dueños de nuestro propio cuerpo, de nuestra propia salud, los sistemas sanitarios serán mucho más efectivos y podremos mantener nuestra esperanza de vida pero con salud, no con enfermedad.
Cuida tu salud y la de tu familia desde casa y no desde el centro médico.