Sal mala, sal buena

Sal mala, sal buena

¿Eres de dulce o salado? ¡Está soso!, ¿Me pasas la sal?, ¡No deberías de tomar sal!, ¡que salao eres!

La sal está en nuestras vidas desde hace «unos pocos de años».

¿Sabías que los romanos usaban la sal como moneda de cambio?

De ahí la palabra «salario», por eso debo decirte:

¡Preocúpate más por el salario y menos de la sal que consumes!.

 

La sal, con su representación de aproximadamente el 40% de  sodio, es un ingrediente fundamental para la vida, para controlar el agua de nuestro cuerpo mediante el ph en sangre y los niveles de hidratación en los músculos.

En principio, fue el principal ingrediente de conservación de alimentos, para que aguantaran más tiempo, no obstante, en la actualidad se utiliza más como potenciador de sabor. Ahí viene el problema del que nos advierten  al consumir grandes cantidades. El cuerpo necesita sal, si, pero en bajas cantidades.

La recomendación general es de entre 2 y 5g de sal al día, por ejemplo en España, nos pasamos casi al doble por habitante de media, no por lo que usamos en nuestra cocina,  pero si  por los alimentos procesados que ingerimos. Por ejemplo, el 50% aproximado de la sal que consumimos de media por habitante, viene del consumo de pan, tan arraigado en nuestra dieta Mediterranea, sobre todo en personas mayores.

Dicho esto, podré decir, (siempre basado en numerosos estudios científicos), que el problema no está tanto en nuestra cocina, si no, en lo de siempre, los productos industriales.

Si te han dicho que debes reducir la sal drásticamente, simplemente con comer de manera saludable y evitar a toda costa la comida basura, envasada y los productos industriales en general, también el pan, seria suficiente para consumir cantidades idóneas de sodio en nuestro cuerpo.

¡Ojo! Evitar la sal totalmente, podría derivar en otras enfermedades.

 

A lo largo de los años, se ha relacionado la hipertensión directamente con el consumo de sal, sin embargo en la actualidad se ha estudiado científicamente que no está tan relacionada, por lo que «prohibir» totalmente la sal, podría traernos más problemas que beneficios.

Una persona hipertensa, debe cambiar algunas otras cosas pero no evitar  totalmente la sal a «0», ya que podría derivar a otras enfermedades relacionadas con el metabolismo.

¿Sabías que existen poblaciones en el mundo que consumen mucha más sal que nosotros y no sufren de hipertensión?.

Esto nos hace pensar que no solo por el consumo de sal podemos llegar a ser hipertensos, o tener problemas cardiovasculares.

Siempre insistimos, en cada uno de los artículos, que la salud debe de ser global. Si eliminamos determinadas sustancias de nuestro organismo, evitaremos quizás ciertos aspectos negativos pero no otros. Una  buena alimentación global, por ejemplo, un buen equilibrio entre sodio y potasio es mucho más beneficioso para la salud, que reducir solamente el sodio. Sí, un alto consumo de sal, puede derivar a problemas cardiovasculares, pero, como cualquier otro ingrediente en exceso, por ejemplo, el azúcar, en grandes cantidades, es mucho más perjudicial para todas las enfermedades de las que hablamos.

El síndrome metabólico, o resistencia a la insulina, produce niveles elevados de azúcar en sangre, y colesterol, y triglicéridos e hipertensión, por lo tanto, ¿Es suficiente con reducir la sal en personas hipertensas?.

¡Juzguen ustedes mismos!

La idea de desglosar los alimentos por ser «ricos» en determinados nutrientes, nos hace relacionar determinados alimentos con determinadas enfermedades.

¿Quien no retiene líquidos y le «echa la culpa» a la sal?.

Podría tener algo de relación pero lo más fácil (además de complejo, por la adicción que produce los alimentos industriales),  para mejorar tu retención, sería una buena alimentación global, basar tu alimentación en productos que nos da la tierra y la naturaleza, sin elaboración industrial.

Esta  sería la mejor forma de olvidarnos de las cantidades de sal que echar a nuestras comidas.

En resumen, olvídate de los productos procesados, se consciente de que en la naturaleza está la salud y no en los fármacos.

*Haz deporte, cuida tu alimentación y olvídate de visitar al Doctor.

 

 

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